Serocribado

El porqué del serocribado

Inicialmente se creía que la mayoría de los infectados por SARS-CoV-2 eran sintomáticos. Ahora sabemos que muchos de los infectados no presentan síntomas respiratorios, y una gran cantidad de ellos (aproximadamente la mitad) no tienen suficiente carga viral para poder confirmar el diagnóstico. Sin embargo, se ha hecho progresivamente evidente que los asintomáticos pueden pasar la enfermedad a otras personas. Por lo tanto, para parar la enfermedad tenemos que encontrar a todos los infectados.

Para diagnosticar si un individuo tiene el virus se deben utilizar pruebas PCR y TMA. Estas pruebas son lentas, caras y complicadas de administrar (y poco agradables, con el bastoncillo a la nariz) y requieren el uso de un laboratorio para el análisis.

Para romper las cadenas de transmisión se utiliza el rastreo. El rastreo y el serocribado son técnicas complementarias: El rastreo localiza infectados a partir de pacientes sintomáticos y el serocribado localiza infectados a partir de posibles portadores asintomáticos seropositivos.

Rastreo

1 – Diagnóstico: Se diagnostica con PCR y aísla un paciente sintomático sospechoso.
2 – Rastreo Primer Grado: Se aíslan y diagnostican todos sus contactos.
3 – Rastreo Segundo Grado: Se repite la localización, diagnóstico y aislamiento. Algunos asintomáticos no se detectan (rojo).
4 – Nuevos Brotes: Quedan pacientes asintomáticos sin localizar, que continúan extendiendo la enfermedad y generan nuevos brotes.

Serocribado

Cuando el individuo entra en contacto con el virus se crean varios tipos de anticuerpos. Los primeros (IgM) no comienzan a generarse hasta el noveno día después de la infección, cuatro días después de la aparición de síntomas (y de contagiosidad). Los segundos (IgG), que se generan en cantidades mucho mayores, comienzan a aparecer cuando el individuo ya está saliendo de la enfermedad.

Dado que los anticuerpos no aparecen hasta el cuarto día de la enfermedad, la clave está en hacer varias rondas:

En la primera ronda basal de serocribado se localizan a la vez todos los posibles portadores asintomáticos (con IgM+). En el rastreo, por el contrario, se localizan las cadenas de contagio una a una a partir de los pacientes sintomáticos.

En la segunda ronda (ronda de precisión) se localizan los pacientes infectados que todavía no eran positivos en la primera ronda. Y en la tercera ronda se comprueba que ya no hay nuevas infecciones. Cada ronda debe realizarse en una semana.

1 – Ronda Basal: En la ronda “basal” se localizan posibles portadores asintomáticos IgM+ (azul) y sujetos que han superado la enfermedad IgG+ (verde).
2 – Ronda de Precisión: En la segunda ronda (de “precisión”) una semana después aparecen los posibles portadores asintomáticos (IgM+) que escaparon a la primera ronda.
3 – Ronda de Control: En la tercera ronda (de “control”) ya no aparecen nuevos posibles portadores.
4 – Población Limpia: Gracias al “micro-confinamiento” de los posibles portadores asintomáticos la circulación de virus se detiene.

El serocribado es económico, rápido y se puede administrar sin necesidad de un laboratorio. Estas características facilitan su uso en cantidades más elevadas. Aunque no puede identificar la presencia del virus en sí, detecta los anticuerpos que son presentes cuando un individuo ha estado expuesto al SARS-CoV-2, tanto como si tiene síntomas como si no. Como tal, es una herramienta potente para revelar posibles portadores asintomáticos.