El gobierno eslovaco criba a toda su población

Alarmados per un número creciente de casos de Covid-19 pero sin ganas de imponer un confinamiento que según el primer ministro Igor Matovič costaría a la economía entre 80-100 millones de euros diarios[1], el gobierno eslovaco decidió hacer un cribado de toda su población de 3,6 millones de personas con el objetivo de parar la transmisión del virus. Los resultados preliminares del cribado masivo son impresionantes, con 57.402 casos de portadores asintomáticos identificados y aislados y por lo tanto, 57.402 cadenas de transmisión rotas.  

Pero, como lo hicieron?

El gobierno eslovaco hizo su decisión el 13 de octubre de tirar adelante con “Operación Responsabilidad Comuna” [2]. Pidieron 13 millones de pruebas a un coste de 50 millones de euros de un suministrador a Corea del Sur. Mientras los críticos se quejaban que las pruebas no eran suficientemente sensibles, el gobierno se tranquilizó con el hecho que los negativos falsos serían los menos infecciosos, y que ya se captarían en la segunda ronda de pruebas una semana más tarde. Además, los protocolos de higiene, distanciamiento social y restricción de movimiento se mantuvieron en el país.

Programa piloto en las zonas más infectadas y con los colectivos más vulnerables

El gobierno comenzó con un programa piloto en las zonas más infectadas, en residencias de mayores y con trabajadores esenciales del gobierno. Así tuvieron la oportunidad de probar el sistema y comenzar con los colectivos más vulnerables. Durante la prueba piloto el 23 de octubre, llegaron a participar 140.951 personas de las 155.000 posibles, y encontraron 5.594 casos de portadores asintomáticos, que por lo tanto se aislaron[3]. Fue un éxito inicial importante.

Organizado por el gobierno, ejército, profesionales sanitarios y voluntarios

Luego, el gobierno pidió al ejército de organizar el cribado masivo en dos fines de semana dividiendo el país en 16 zonas regionales con 5000 puntos de prueba. El gobierno ofreció plusos financieros (de 900€) para atraer los 15.000 sanitarios profesionales necesarios para administrar las pruebas. 19.000 voluntarios adicionales se apuntar para ayudar con la logística.

Cada municipio organizó sus propios equipos y puntos de prueba, aprovechando la estructura que ya existe para las elecciones, además de los colegios electorales mismos: escuelas, centros cívicos y edificios gubernamentales. Por ejemplo, con una población de 25.000 personas, un municipio podría organizar “18 punto de prueba en 7 localizaciones, con el objetivo de procesar 800 personas en cada punto, con una mediana de 35 personas cada hora”, como describe el informe del Behavioural Insights Team[4]. Algunos municipios instalaron webcams i utilizaron las redes sociales para impulsar la participación y reducir la congestión y tiempo de espera.

Cómo consiguieron que la gente participara?

Para que funcionara el cribado masivo, hacia falta que el gobierno animara a toda la población a participar. Lo hicieron con una estrategia de zanahorias y palos. Primero, los eslovacos estuvieron confinados durante tres semanas antes del cribado, sin poder salir excepto para trabajar y hacer compras esenciales. Segundo, aunque las pruebas no eran obligatorias, los que optaban para no hacerla tenía que continuar el autoconfinamiento durante 10 días adicionales. Eso quería decir que por ir al trabajo, se debería hacer la prueba. En cambio, los que hiceron la prueba y consiguieron un resultado negativo podría dejar el confinamiento. El gobierno emitió certificados con los resultados de la prueba que la gente tiene la obligación de llevar encima en cualquier momento. Y si no, arriesgan una multa de 1650€[5]. Las empreas y tiendas pueden pedir ver y verificar los certificados.

Pero, en general, parece que no han sido necesarias las multas. 97% de la población diana entre 10 y 65 años participaron en el cribado[6].

Resultado: 57.402 cadenas de transmisión rotas

Los resultados son remarcables. A lo largo de dos semanas, la Operación Responsabilidad Comuna ha identificado, y casi más importante, ha aislado a 57.402 portadores asintomáticos gracias a las pruebas de antígenos. En comparación, desde marzo, con pruebas PCR sólo habían diagnosticado 76.072 casos[7]. Aunque puede ser cierto que la prueba PCR sea más sensible en una situación específica, es evidente que si la prueba no se administra—por problema de coste, complejidad, o necesidad de análisis de laboratorio— no se puede obtener un resultado acurado. En el caso de Eslovaquia, cuantas más pruebas se hacen, más cadenas de transmisión se identifiquen y se rompan.

El gobierno eslovaco informó que la ratio de infección ha caído 58% de un 1,47% a un 0,62% de la población. Por ahora, el mundo está muy atento[8]. Como explicó el Financial Times, “la experiencia de Eslovaquia muestra que para países pequeños, el cribado masivo y rápido conjuntamente con otras herramientas como el confinamiento y el distanciamiento social, puede ser útil para luchar contra la pandemia.[9]

Notas